lunes, 18 de marzo de 2013

Aprendiendo Amar: Motivación Interior

El primero de enero, disfrutando del ocio del día libre, me topé con el concierto de Liszt que tocaba el virtuosísimo Japonés, Lang Lang, en un programa especial, tele-transmitido desde el legendario “Roundhouse” en Londres, por el Festival iTunes. La magnificencia de la representación, aunada a la majestuosidad de la pieza, me transfiguraron. En entrevista, posterior, Lang Lang describió el proceso creativo que lo impulsaba a sacrificar horas y días enteros para desarrollar la técnica y la sensibilidad, requeridas. Me conmovió su pasión.

Fiel a mi propósito de Año Nuevo, de desarrollar conciencia del ‘aquí y ahora’, me dejé llevar por mi asombro e inquietud, abocándome a averiguar más sobre lo que motivaba a este singular pianista, impulsándolo a la grandeza. Me enteré que ya Beethoven, había predicho que Liszt, a quien conoció como niño prodigio, sería el mejor pianista del mundo. Fue maestro, músico, compositor, filántropo, sanador y exorcista. También descubrí que siendo apasionado, Liszt tuvo múltiples amoríos, y sin embargo nunca se casó. Más bien, hizo votos como Monje Franciscano ¡a los cincuenta años!

Habiendo sido yo monja en el Monasterio Carmelo, su devoción me enamoró. ¡Compartíamos la misma inquietud de búsqueda interior! Esta conexión empática me permitió hacer consciente mi propia motivación. A mí también “me mueve mi Dios, para quererte…” una sed insaciable que me impulsa a aprender a Amar. Quizá por ello mi camino también me ha llevado a ser Monja, Esposa, Viuda, Casada por segunda vez, Madre, Divorciada, Amante y hasta ¡Concubina!

Ahora que soy YO MISMA, trato de hilarle sentido a mi vida, entendiendo que la diversidad de mis experiencias, como las emociones, son los hilos con los que he entretejido diferentes colores, en el telar de mi vida.

En el Museo de Arte de Boston se encuentra un tapiz que describe una escena de Monet en su jardín de Argenteuil, cuatro años antes de morir su esposa, de tuberculosis. Tal son las escenas de vida que vamos tejiendo.

Aunque mi motivación personal no es la música, comparto con Lang Lang, Liszt y Beethoven una pasión insaciable que me impulsa a compartir y seguir ‘Aprendiendo a Amar’.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario