jueves, 10 de enero de 2013

Desesperanza y Juventud



Desesperanza en la Juventud

Durante mis años de experiencia con jóvenes, buscando modificar conductas de riesgo y promover la formación integral de hábitos para la vida, he aprendido más, de lo que pude haber enseñado.

Trabajar con jóvenes incomoda….porque requiere trabajar, en forma paralela, con nuestro niño interior. Nos brinda la oportunidad de re-conocernos en su rebeldía, su idealismo y su ensoñación, abriéndonos la oportunidad de reparar rencores y sanar heridas . Lo difícil es que ello nos confronta, obligadamente, a replantear nuestra propia vida. Re-surgen nuestras mismas dudas existenciales de jóvenes, pero ahora desde la distancia de la experiencia….

¿Cómo me he significado en mi propia vida?

¿Dónde termina la autodeterminación y empieza el devenir del destino?

¿Existe vida más allá de la muerte?

¿Todavía creo en el mismo Dios?

¿Sigo creyendo en la Justicia aún después de haber vivenciado la injusticia?

¿Sigo creyendo en el Amor después de la experiencia de la desilusión?

¿Sigo creyendo en mi inocencia y mi bondad intrínseca, aún después de conocer la maldad de la que soy capaz?

Reflejándonos así en ellos, crecemos a su lado. Ya no desde la im-posición de padres o maestros, sino como acompañantes de vida. Pero este realineamiento de posturas nos confronta con enfoques de perspectivas alternas. Reconocemos, entonces, que los jóvenes reflejan a los adultos que los rodean. Y da miedo.

Los jóvenes viven un cinismo existencial con un trasfondo de desesperanza. Parecen no creer en nada, sin ilusiones más allá de la autosatisfacción. Apuestan la vida entera por un momento de gratificación y recrean su realidad en la burbuja de la inmediatez. Recuerdan un poco, al nihilismo existencial de la postguerra, en el que se vivía hasta el extremo de retar a la muerte. La muerte se ha vuelto un miembro más de las familias, infectando con sarcasmo a los ideales que sostenían la integridad. Aquellas promesas que nos alentaban a superar retos y forjar valores se han prolapsado…Promesas como: "amar hasta que la muerte nos separe"; "estudiar y graduarse para lograr el éxito en la vida"; "el triunfo del bién sobre el mal"…han quedado reducidas a mitos de antepasados.

El buscar encausar a los jóvenes hacia la esperanza requiere que los adultos validemos sus cuestionamientos y busquemos respuestas propias, escarbando dentro de nuestro propio interior.

¿No será que los jóvenes se embriagan para buscar evadir la realidad que los rodea?

¿No será que su promiscuidad refleje la búsqueda insaciable de ser reconocidos y amados?

¿No será que la falta de comunicación con los adultos se deba a nuestra incapacidad de aceptar posturas que nos cuestionan los jóvenes?

¿ No será que sus nuevas redes de amistades están reemplazando al vacío que sienten en la familia?

¿Será…que las mentiras que les hemos contado para encubrir nuestro propio dolor sólo les han enseñado a mentir?

….¿ que su rebeldía contra la sociedad surge de un impulso de VIDA que rechaza un sistema social de injusticia, falsedad, levedad, y MUERTE?

¿No será que somos nosotros, como sociedad, los que estamos mal?

Aparentan el que no les importe la sociedad, porque les agobia lo personal ( cosas que adultos menosprecian) ….Se sienten sobresaturados por sus propios problemas.

Los medios parecerían reflejar su realidad interior, sus miedos, sus ilusiones proyectando aquello que no se atreven a decir, aquello que desean ser. Pero al fracasar en el logro de metas ficticias de alcances heroicos, validan sus miedos de inseguridad… confirmando que no valen. Entonces sueñan, creando metas irrealistas, que al ser inalcanzables sólo logran desanimar—

Se les llama la generación "nini " porque ni trabajan ni estudian, como si se resistieran a la complicidad de involucrarse en mundo actual; como si los paralizara la impotencia de tratar de generar un cambio; el miedo a confrontar la crítica y el ridículo de ser diferentes.

No responden a motivadores externos…Los sienten como imposición que solo desmotiva, apagando su ilusión interior. Les agota el esfuerzo continuo, requerido para contrarrestar al sistema ; esfuerzo requerido para transformar la realidad objetiva e introducir su ideal, subjetivo,. Acaban rindiéndose ante la ley del menor esfuerzo, la flojera. Ceden, por complacer al orden de lo externo, contraviniendo su impulso interior. Acaban frustrados y enojados contra el mismo orden al que someten su ilusión. Se sienten nulificados, "obligados" a complacer .

Pareciera que la sociedad desmotiva su creatividad, rindiendo estéril cualquier esfuerzo…reduciéndolos a la inmovilidad de la apatía. Sólo los motiva su individualidad.

Su sexualidad ya no es reproductiva sino placentera. La diversidad sexual amplía el espectro de oportunidades de establecer lazos de intimidad. La intimidad compartida ratifica su identidad personal, que reflejan en el espejo del otro. El placer se vuelve un escape y los libera , solo para confrontarlos al terror del compromiso, que los amenaza con un encadenamiento " para siempre". Anteponen la expectativa de lo peor, a la esperanza, sin asideros de fe. Limitan la realidad a la percepción de sus cinco sentidos.

Viven solo por hoy; solo para hoy; aspirando a la satisfacción inmediata con intolerancia a la frustración del contravenir de sus deseos.

En el presente, buscan acompañamiento de su desolación y aceptación en la complicidad de la identificación. Crean bandas y grupos de jóvenes que se juran solidaridad incondicional. Se vuelven familia extendida.

Los jóvenes están estructurando un andamiaje de valores propios. Han desarrollado una lealtad basada en la aceptación mutua, y no en el juicio. Están rescatando el derecho inalienable a ser felices, no por mérito propio, sino como derecho existencial. Están encontrando en el ritmo y la música, el compás que marca su "tempo propio"….acallando el grito de la demagogia por seguir una superestructura impuesta por políticas ajenas. Su generosidad surge de compartir secretos, sin límites de pudor o recato.

Se transforma el paradigma de la familia nuclear. Sus familias son más pequeñas, determinadas por alianzas de equilibrio socio-económico. Sus familias son más interactivas con equidad sexual y responsabilidad compartida; sus hijos son formados por su entrono inmediato, los medios y los amigos, en la ausencia de padres, trabajadores.

La juventud, ante la desesperanza desbanca a Dios-como patriarca…endiosan a la equidad y a la mutualidad. Re-direccionan la búsqueda de Esperanza en la creatividad, re-creando su realidad cada minuto y siguen al compás de la indignación.

Trabajar con adolescentes nos confronta con el adolescente interior. Obligarlos a limpiar su cuarto nos obliga, primero, a limpiar el closet.

Transferencia y Contratransferencia en la Escuela

LA TRANSFERENCIA Y CONTRATRANSFERENCIA

  Toda interacción humana conlleva intercambio emocional entre personas. La apertura y entrega a esta dinámica determinan nuestra mutua aceptación del dar y recibir.
 Ello requiere transpolar nuestro enfoque de nosotros mismos, al otro. Si no existe un centro interior que permita realinear nuestra perspectiva a nuestro propio entendimiento emocional, puede haber bloqueo que obstaculice este intercambio.
Ser maestro es ser catalizador de este intercambio emocional. El acompañar al alumno en su proceso de auto-descubrimiento y orientarlo con consejos de vida requiere auto-confianza y generosidad.
No se puede ser maestro u orientador sin establecer lazos de empatía. A diferencia de simpatía, que deriva del “sentir con” otra persona y experimentar con ellos,  su tristeza, alegría, miedo o enojo, la empatía es la habilidad de “entender” lo que otro siente, sin necesariamente sentirlo, nosotros. Para ello se requiere de auto-conocimiento y la habilidad de marcar límites claros para lograr el distanciamiento necesario para una disociación, que nos permita observarnos interactuando con el otro, en forma objetiva.

Algunos pasos incluyen:
·        Respetarnos y respetar al otro.
·        Vaciarnos de nosotros mismos, para abrirle espacio al otro.
·        Enfocar toda nuestra atención en lo que el otro dice.
·        Acallar todo diálogo interior que nos distraiga.
·        Identificar no sólo lo que el otro dice, sino lo que siente.
·        Distanciarnos para lograr una percepción objetiva .
·        Diferenciar entre nuestros sentimientos y los del otro
·        Aceptar al otro como es, y no buscar ajustarlo a lo que nosotros pensamos  debiera ser.
·        Evitar hacer juicios y comparaciones.
·        Precisar debilidades y fortalezas del otro..
·        Hacer conciencia de los sentimientos que despertamos en el  otro (transferencia).
·        Evitar engancharnos en contra-reacciones personales.
·        Identificar sentimientos internos que evoca en nosotros, el otro (contra-transferencia), y reconocer que esta identificación pudiere deberse a alguna debilidad personal, sobre la cual tendremos que trabajar.
        Escuchar nuestra sabiduría interior, y evocar nuestro sentido común.
·        Evitar enmarcarnos dentro de la dualidad implícita de todo conflicto.
·        Mantener la paz interior, y el juicio equilibrado.
·        No responder a emociones provocadoras de enojo, miedo o seducción.
·        No caer en manipulación de culpas.
·        Recordar siempre que nuestro objetivo ulterior es el beneficio del otro,

El intercambio mutuo de energía emocional en toda relación interpersonal conlleva transferencia y contra-transferencia.
La transferencia son los sentimientos que desencadenamos en otro por sus asociaciones internas con personas que se han significado en su vida pasada (generalmente sus padres).
La contratransferencia es la respuesta evocada por el otro, en nosotros mismos, respondiendo a una identificación de nuestro pasado, con los sentimientos del otro.

REVERBERACIÓN   EMOCIONAL
La proyección de deseos inconscientes en una relación interpersonal puede transferirse a través de lenguaje no-verbal. Ello obstaculiza  una buena interacción, con ruido o estática emocional. Riesgos en esta interacción son:
·        El ser sobre-analítico
El juicio continuo del otro es un hábito subliminal que nos separa del otro, posicionándonos a la distancia como observadores, ajenos a una situación. Esta postura endurecida sobre-intelectualiza el análisis, enfatizando una lógica racional que minimiza la sensibilidad a los sentimientos y emociones.
Para evocar confianza en una relación es imprescindible posicionarnos al mismo nivel del otro, con una presencia vital que permita interactuar con entendimiento y aceptación mutua.

·        El tomar partido

Cuando nos identificamos con alguna de las partes en un conflicto (padres, alumnos, directivos etc..) prejuiciamos nuestra reacción. Nuestro juicio altera la balanza y sobre-enfatiza la importancia de una de las partes.  Es importante hacer conciencia de nuestra identificación para poder rectificar nuestra postura. Posteriormente, en la intimidad, podemos reflexionar sobre el porqué nos identificamos para catalizar nuestro crecimiento interior.
·        El resolver situaciones
Es difícil evitar la tentación del reconocimiento, implícito en la resolución heroica de problemas. El responsabilizarse siempre de  situaciones ajenas, destruye la naturaleza recíproca de la interrelación, posicionándonos como el eje gravitacional de la problemática. Ello puede responder a nuestra necesidad de significarnos en el otro, evocando su reconocimiento para justificar nuestra sensación de inseguridad. Así respondemos a nuestras necesidades interiores, usando al otro para satisfacernos nosotros mismos. Es imprescindible respetar el derecho del otro a decidir, a equivocarse, a rectificar, y a revalidar su propia autodeterminación.
 Las emociones que el otro evoca en nosotros también  interfieren en una sana interacción. Es importante hacer conciencia de los sentimientos internos que surgen en una relación interpersonal, e identificarlos como reacción al otro.
Ejemplos pudieren ser:
·        El sentimiento de impotencia
La frustración de sentirnos inútiles ante una situación, puede responder a la sobre-dependencia con la que nos acoge el otro. Quizá sea su incapacidad la que percibimos como nuestra. Es importante poder distinguir entre nuestras emociones y las que siente el otro, y no engancharnos o asumir como propio, el eco emocional del otro, que reverbera a través de nuestra percepción.
·        El sentimiento de enojo
A veces respondemos con hostilidad desmedida ante el otro, sin poder precisar o justificar su origen. Puede ser una irritabilidad reactiva a la agresión pasivo-agresiva inconsciente, de  actitudes negativas o resentimientos de olvido, ineficiencia, terquedad, o letargo, del otro.
·        Temor
Nuestra reacción de parálisis provocada por la ansiedad que responde a temores inconscientes del otro, puede ser fácilmente manipulada generando en nosotros, respuestas inconsistentes, sin juicio. Hay que estar alerta e identificar a tiempo a los alumnos con rasgos paranoides que pueden alterar todo un sistema escolar.
·        Depresión
La depresión responde a estados de ira inconscientes, y es muy contagiosa. Hay que separar nuestra tristeza, desánimo, desilusión de la del otro. Si no lo hacemos, seremos presa fácil de manipulación.
Con estas reflexiones estamos mejor equipados para una entrevista :
·        Lo más importante es el alumno.
·        Haz un mapa mental de los puntos a tratar en la entrevista.
·        Se objetivo con lo que tratas de explicar.
·        No te enganches con sentimientos que te provoca la entrevista.
·        Ten paciencia y escucha con atención al otro.
·        Trata de entender al otro.
·        Evita consejos innecesarios.
·        Recuerda que no siempre tienes la razón.
·        No divagues en asuntos sin relevancia.
·        Confía en tu sentido común.

PLANEACION DE LA ENTREVISTA-     TUTOR/PADRES/ALUMNOS
Pasos Previos
·        Llamar y citar a los padres.
·        Invitar a los alumnos a acompañar a sus padres.
·        Especificar que se trata de una entrevista de máximo, quince minutos.
·        Analizar lista de alumnos e identificar aquellos con los que hay antecedente de conflicto.
·        Discutirlo con Dirección y el área de Psicología correspondiente.
·        Separar alumnos “problema” para cita posterior con Dirección y el área de Psicología.
·        Llenar cronograma con citas.
·        Leer y analizar comentarios de los maestros.
·        Si hay alguna duda, buscar al maestro para ampliar información.
·        Hacer un concentrado de fortalezas y debilidades, por alumno.
Organización
Recordatorio a padres (circular)
Asignación de salón por tutor.
Rótulos de señalización.
Informar a vigilantes escolares sobre visita de padres.
Café y galletas
Sillas de espera.
Identificación de relevos.
Entrevista (checar tiempo)
Hoja de concentrado, comentarios y bitácora del alumno correspondiente.

·      Saludos, Presentación mutua. Recordarles que solo tienen 15 minutos.

·        “Romper el hielo” con una frase que resalte algo positivo del alumno.
·        Exponer problemática común de la mayoría de maestros.
·        Preguntar directamente al alumno ¡Porqué?
·        Resumir debilidades y posibles causas.
·        Dirigirse al alumno ¿Cómo podemos tus padres y maestros, ayudarte?
·        Finalizar con compromiso.
·        Volver a recalcar las fortalezas.
·        Agradecimiento.
·        Resumir desarrollo de la entrevista por escrito. Formato.

REGISTRO DE ENTREVISTA

 TUTOR:

GRUPO:
ALUMNO/A:
Asistencia:
_____  Padre
_____  Madre
_____  Otro:___________________________________________________
_____  Alumno/a

Desarrollo:
_____  Excelente
_____  Bien
_____  Satisfactorio
_____  Difícil
 Comentarios:
  
 

Compromisos: